Única e irrepetible, así es la cocina del estado de Oaxaca, al sur del país, cuyos ingredientes se basan en una rica cultura indígena (que ha sobrevivido al tiempo) enriquecida con tres siglos de deliciosa tradición gastronómica colonial, lo que le ha valido para que, en 2008, el Congreso de la entidad la reconociera como Patrimonio Cultural Inmaterial. Por ello, si estás planeando viajar a la antigua Antequera o a sus alrededores, aquí te dejamos los 5 platillos oaxaqueños que no puedes dejar de saborear en sus mercados o restaurantes populares:
1. El mole oaxaqueño
Hay siete tipos. El amarillo, el negro, el “manchamanteles” y el verde son los más populares. Los encuentras en absolutamente todos los restaurantes de Oaxaca. Particularmente, el negro es el que se sirve en las fiestas de Días de Muertos y, para su preparación, se requieren 30 ingredientes entre los que destacan: chiles tostados, chile rojo, tortilla quemada, plátano macho y chocolate.
2. Las tlayudas
Dicen que al estado de Oaxaca se viene a comer tlayudas. Estas originales tortillas están hechas a mano y llegan a medir hasta 30 centímetros de diámetro. Las puedes encontrar en muchos establecimientos, pero las tradicionales son aquellas que podrás disfrutar en el Mercado de la capital. Las clásicas van acompañadas con un asiento de puerco, tasajo asado, salsa y coliflor picada. También hay otras que se ofrecen con pollo, cecina y chorizo. ¡No dejes de saborear este clásico de los platillos oaxaqueños en México!
3. Los tamales
¿Quién no ha probado uno de ellos? Es casi un obligado de un buen desayuno oaxaqueño. Los hay de frijol, dulce, rajas, mole y hasta chapulines (esos coleópteros muy abundantes en la región). Estos tamales tienen la característica de estar envueltos en un hoja de totomoxtle o de plátano, lo que le da su peculiar sabor. No dejes de disfrutar los de los puestitos ubicados en cualquier esquina o en las plazas centrales de la ciudad de Oaxaca, son los más ricos y puedes acompañarlos con un delicioso chocolate caliente.
4. El tasajo
Es un tipo de carne seca tradicional del estado de Oaxaca. El mejor es el hecho de carne de res y, según los que entendidos, el sabor del tasajo está en su preparación la cual, consiste en salar primero la carne para después, dejarla secar al sol. Se puede comer frío, en guisado o asado, y si se acompaña con guacamole, salsa pico de gallo y rábanos o chapulines, además de verduras, cebollitas asadas y jitomate, ¡puede ser sencillamente de-li-cio-so!
5. El pan de yema
Tal como su nombre lo indica lo más importante para preparar este pan son las yemas de huevos. Su masa se elabora en un recipiente de madera donde se bate y se cocina después en hornos de adobe. El pan de yema también lleva harina, mantequilla, sal y azúcar, y su forma circular se decora con ajonjolí. La mejor manera de disfrutar este pan es acompañado de un clásico café de olla o de un delicioso chocolate calientito.
¿Y tú qué otros platillos oaxaqueños has disfrutado durante tus viajes por el sur del país?
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