Durante el apogeo de Acapulco en los cincuenta, las estrellas de Hollywood se reunían en sus playas tan a menudo como en las de la Riviera Francesa. Ahora los que llegan lo hacen atraídos por la nostalgia de ese mejor pasado o quizá por las luces que de noche resplandecen en las colinas alrededor de la bahía. Cualquier área de este destino reclama una visita: el Acapulco tradicional —la zona histórica del puerto—, Acapulco Dorado —de más afluencia turística— y Acapulco Diamante, la parte más exclusiva.
Los admiradores del muralista Diego Rivera deben visitar la casa de Dolores Olmedo, la coleccionista de arte que también fue musa y amiga del artista mexicano. En 1956, Rivera cubrió la fachada de esta casa con un mural de conchas y azulejos.
El Río Papagayo cuenta con dos atracciones: Shotover Jet, una importación neozelandesa que ofrece travesías a lo largo del río a gran velocidad; y el parque de aventuras Pueblo Bravo, donde puedes hacer rafting (de junio a febrero), escalar, saltar en bungee o pasear en kayak. Perfecciona el arte de esquiar en la Laguna Coyuca.
Cada playa en Acapulco cuenta con personalidad propia. De marea suave y atmósfera concurrida, Playa Caleta es ideal para familias con niños. Para tomar el sol los spring breakers prefieren Playa Condesa, la playa de moda. Los mejores atardeceres se miran al norte, en Pie de la Cuesta, o al sur en Barra Vieja.
Ve a los famosos clavadistas de La Quebrada, quienes se lanzan al mar desde un acantilado de 40 metros. La proeza tiende lugar a la 1:00 pm, y después a las 7:30, 8:30, 9:30 y 10:30 pm. De noche los clavados se realizan con antorchas encendidas.
Aprende sobre el comercio del Nuevo Mundo con el Oriente en el Fuerte de San Diego, construido en 1616 para proteger de los piratas el puerto. No hay que perderse el espectáculo de luz y sonido en el Museo Histórico de Acapulco, dentro del Fuerte de San Diego.
Al este de la Bahía de Acapulco se encuentra otra, la Bahía Puerto Marqués. Está repleta de restaurantes y sus aguas son buscadas sobre todo por los aficionados al windsurf.
VIDA NOCTURNA
Desde la Carretera Escénica se puede apreciar una asombrosa franja de bares y antros destellando sus luces neón sobre las colinas. El Baby’O, uno de los antros más famosos de Acapulco, aún continúa recibiendo grandes multitudes. Baila hasta el amanecer en Classico del Mar, Mojito, Palladium y Pepe’s Piano Bar.